Si su hijo o hija desea practicar danza habrá elegido un deporte muy exigente, que requiere control y disciplina, además de aprender a coordinarse con otros niños y desarrollar su imaginación enseñándole a expresarse contando una historia solo con los movimientos de su cuerpo.

Los beneficios de bailar son numerosos; estimula la circulación sanguínea y el sistema nervioso, contribuye a corregir malas posturas, se gana elasticidad, se ejercita la coordinación, agilidad y el equilibrio, se desarrolla la expresión corporal, el oído y la memoria; ayuda a la socialización de los niños y niñas más tímidos; mejora la autoestima y reduce síntomas de estrés o ansiedad. Todos estos beneficios se traducen en un mejor desempeño en sus labores escolares y en la felicidad plena del niño o niñas

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